Amar para vender

Cada año se invierten en publicidad miles de millones de euros. Existen multitud de canales y medios que explotar, cada uno de ellos con sus ventajas e inconvenientes. Pues bien, como es ampliamente sabido, uno de los métodos de persuasión más potentes son los comentarios de los iguales y las empresas que mejor lo saben explotar consiguen un ROI del marketing magnífico.

Diariamente, recibimos feedback tanto positivo como negativo por parte de allegados quienes espontáneamente nos dan información sobre aquello de lo que hacen uso y disfrute. En no pocas ocasiones y de manera prácticamente automática asumimos la opinión ajena como la nuestra; por lo general, solemos necesitar escasa información objetiva para descartar un producto o marca que algún ser querido le haya resultado catastrófica.

Asimismo, las personas que se sienten satisfechas con alguna adquisición y/o marca como los fans, son potenciales distribuidores. No solo son distribuidores, sino que son del mejor tipo posible: desinteresados, bienintencionados, persuasivos, fieles y con coste 0.

Desde Trivière Partners trabajamos codo a codo con nuestros colaboradores para que sus clientes se conviertan en sus fans, es decir, en sus mejores comerciales. Para ello el primer paso es conocer en profundidad al cliente, existen metodologías muy diversas al respecto. Conocer su opinión a través de encuestas es solo la punta del iceberg.

Con técnicas grupales tipo focus group los clientes nos pueden dar idea de cómo entienden nuestros productos/servicio (si es que lo hacen), darnos nuevas ideas de negocio y/o cambiar por completo la estrategia comercial de un producto. Otras técnicas como el Card shorting, nos pueden ser de mucha ayuda a la hora de ordenar la información de nuestra web o ordenar los pasillos de nuestro establecimiento.

Las pruebas de contexto nos permiten hacer una análisis in situ del comportamiento de nuestro cliente con nuestros productos y servicios. Si crees que tus clientes deben ser tus mejores comerciales, podemos ayudarte a hacerlo realidad.

Por: Alejandro González