LUIS TAVERNER, GENERAL MANAGER EN PILZ SPAIN & PORTUGAL “En 10 años habrá profesiones que actualmente no existen”

El avance de las nuevas tecnologías y la aparición de nuevos sistemas basados en la inteligencia artificial o la realidad aumentada dibuja un nuevo escenario para las empresas, en el que la seguridad toma un protagonismo especial. Luis Taverner, General Manager de Pilz España y Portugal, explica cómo están adaptándose a las nuevas necesidades del mercado y cómo se están preparando y formando los profesionales del sector, especialmente los más jóvenes. En un mundo en constante cambio, los retos son una constante.

Cada vez es más frecuente ver empresas automatizadas. ¿Las compañías tienen claro el futuro o sólo ven el presente?

En Pilz nos autodenominamos embajadores de la seguridad: más que un claim es una filosofía, nos dedicamos a proteger las máquinas de las personas y viceversa. Hace 27 años, cuando aterrizamos en España, poca gente tenía en mente la seguridad y, ahora, aproximadamente el 50% del mercado (en referencia a la gran industria) lo tiene clarísimo. No es solo una necesidad, es una obligación. En cambio, en las pymes hay mucho trabajo por hacer. Las multinacionales tienen una visión global, mientras que las pymes cuentan con un presupuesto más limitado, márgenes reducidos y una visión más focalizada y concreta.

¿Cómo ha evolucionado el mundo de la tecnología en los últimos 27 años?

Una de las realidades de nuestro sector es la incorporación de la inteligencia artificial (IA), especialmente en las formaciones. Ahora, los alumnos pueden estar casi en una máquina real gracias a la IA o la Realidad Aumentada (RA). Así, se consigue que las clases sean más atractivas y dinámicas. En el ámbito empresarial, estas tecnologías nos permiten tener unos sistemas de diagnóstico que aportan mucha más información: como quién es la persona que lo ha manipulado, la hora que lo ha hecho o la duración, etc. Esto facilita mucho el trabajo a los especialistas en gestión de datos, ya que les ayuda a hacerlo de la mejor manera.

¿El sector se dirige hacia un ámbito en el cual los datos ganan importancia o se están abriendo otros caminos?

No solo necesitamos ingenieros mecánicos o eléctricos, sino que ahora se busca perfiles de telecomunicaciones, matemáticos y, también, gente con capacidad de gestión de datos. No hemos pasado del blanco al negro, sino que necesitamos perfiles con un espectro más amplio, pero manteniendo también el perfil de la plantilla que ya teníamos.

¿La automatización segura es un sector joven?

La plantilla de Pilz tiene una edad media de 38 años y nos gusta tenerla equilibrada: la gente mayor cuenta con una experiencia que se complementa con los conocimientos de los más jóvenes.

¿Habéis notado el choque generacional?

La forma de dirigir las empresas ha cambiado mucho. En nuestro caso no tenemos una jerarquía muy marcada; de hecho, tenemos grupos de trabajo interdepartamentales que hacen que la relación sea muy cercana. Trabajamos mucho con la inteligencia emocional y, en este sentido, colaboramos con una empresa externa que nos ayuda con el modelo DISC, que nos facilita la mejora en el desarrollo del liderazgo personal. Así, podemos desarrollar ejercicios formativos y didácticos para mejorar la relación entre todos los trabajadores.

Hace diez años no se hacían iniciativas enfocadas a la mejora de los trabajadores.

En Pilz, actualmente la rotación de personal es muy baja. Nuestro sector necesita mucha formación, y no es fácil entrar, por eso queremos que nuestros empleados hagan carrera aquí y dedicamos muchos esfuerzos a retener el talento.

¿A la hora de entrar a una empresa, los jóvenes valoran muchas iniciativas como el teletrabajo o la flexibilidad?

Creo que son modas. Los jóvenes tienen unas expectativas que en según qué empresas funcionan muy bien, como start-ups o nuevas tecnologías, TIC o IT, y esta forma es ya casi una obligación. Pero hay empresas que están volviendo atrás ya que han visto que no se han cumplido las expectativas ni por parte de la empresa ni del trabajador.

¿RRHH cada vez tiene un trabajo más importante?

Nosotros tenemos el departamento de RRHH y, además, cada jefe de departamento tiene una responsabilidad en materia de RRHH, así lo descentralizamos. Apostamos mucho en unas tareas enfocadas al equipo y a la gestión de las personas.

¿Cómo trabajáis la innovación: se crea o se busca fuera de la empresa?

Tenemos un centro de competencias de robótica a nivel global en España. Se trata de un centro de I+D+I, tenemos toda la capacidad de innovación y conocemos su ADN. Desde la central de Stuttgart también se trabajan otras fórmulas, como buscar fuera lo que no se consigue dentro. Desde España y Portugal forjamos muchas alianzas: tenemos partners en el mundo de la robótica y esto complementa las tareas que no son nuestro core.

¿Cree que la legislación en materia de seguridad de automatización crece al mismo ritmo que las novedades tecnológicas?

No, y un ejemplo práctico es la robótica colaborativa: la normativa vigente va dos o tres pasos por detrás de la tecnología. Necesitamos encontrar un equilibrio para poder cumplir las normas sin convertimos en la policía del sector industrial.

¿Cómo ves Pilz dentro de 10 años?

Como una empresa atractiva, motivadora, joven, con talento y dinámica. Lo que no veo son grandes cambios estructurales, pero sí una empresa preparada para afrontar nuevos retos y cambios, que seguirán dándose en el día a día.

La entrevista completa se podrá leer en el informe “#2030: personas, talento & business en la empresa del futuro”.

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