Óscar Gómez, CEO de SolarProfit: “Los trabajadores jóvenes piden más libertad, pero están más comprometidos”

La energía solar es uno de los sectores que más empleos genera por megavatio instalado. No es de extrañar, pues, que esta sea una carrera de futuro. Más aún teniendo en cuenta el buen momento que viven las renovables en el país, después de la erradicación del impuesto del sol, entre otras medidas. Pero no siempre ha sido así: durante la última década, la crisis financiera y la falta de ayudas para promover este tipo de energías provocaron que la mayoría de empresas cerrarán las puertas o se fueran al extranjero. SolarProfit fue un caso atípico, ya que no solo se quedó en el país, sino que siguió creciendo con una apuesta por el modelo del autoconsumo. “Ha sido una travesía un poco larga, pero nos ha servido para posicionarnos hoy como líderes del mercado”, reconoce Óscar Gómez, CEO de SolarProfit. Una muestra más de que anticiparse y arriesgar es clave para el éxito. Por ello, hemos querido comprobar cuál es su visión de futuro, que se incluirá en el informe “#2030: personas, talento & business en la empresa del futuro”. Aquí un pequeño adelanto de la entrevista.

¿La reciente derogación del impuesto al sol, el pasado otoño, ha favorecido el auge de su sector?

El hecho de que ahora se haya suprimido, es como si para muchos se hubiera acabado con una prohibición, como si se hubiera abierto una veda que no existía. Aun así, no creo que haya sido determinante para el momento que estamos viviendo. Ha sido la coyuntura de dos factores: el aumento del precio de la energía, que ha subido un 30% en la última década, y el coste de las placas, que ha bajado un 80% y son mucho más eficientes. Esto, sumado al fin de la crisis financiera, ha reactivado la economía. Podríamos decir que tenemos las condiciones de una tormenta perfecta.

¿Cuántos trabajadores han incorporado a su plantilla en esta tormenta perfecta?

En los tres últimos años, la plantilla ha crecido exponencialmente: de 20 trabajadores en 2016, a 46 en 2017, 88 en 2018 y 112 en la actualidad. Y esperamos que siga aumentando en los próximos meses.

Las expectativas a corto plazo parecen muy buenas.

Hay más visibilidad, más confianza y crece la demanda. El autoconsumo funciona y cuando algo funciona, se propaga rápido. Entras a trabajar en un polígono industrial y, al poco tiempo, todas las naves de alrededor también acaban instalando placas. Y lo mismo con los particulares. Y como hay más demanda, se genera más empleo.

Es un sector que toca muchos perfiles. ¿Qué clase de empleo generará?

Creo que es un producto bastante profesionalizado, por lo que habrá una gran concentración de empresas que podrán dar un servicio integral y potente.
Las renovables incluyen desde investigadores para el desarrollo de nuevos materiales a montadores y mano de obra, economistas, producción, fábrica, distribución… Por megavatio instalado, la energía fotovoltaica es la tecnología que más puestos de trabajo genera. Es un sector clave en la generación de puestos de trabajo.

¿Eso implicará, por tanto, que se busquen perfiles profesionales más concretos?

Todo cambio tecnológico genera cambios y novedades. Esta no será una excepción. Si se desarrollan nuevas herramientas se necesitarán nuevos perfiles que sepan gestionarlas, incluso algunos que aún no existen. También se tendrá que reforzar el departamento de IT y contratar gente nueva que sepa adaptarse y controlar los nuevos recursos y las posibles plataformas que vayan apareciendo.

¿Y qué papel tendrá la tecnología y la digitalización para estos perfiles?

La instalación de placas solares para producir energía requiere una gestión, para la que es y será imprescindible el uso de nuevas tecnologías. La digitalización ya ha entrado en la gestión energética y aún seguirá evolucionando y revolucionando el sector.

¿Cómo fomentáis la innovación en vuestra empresa?

La innovación para nosotros no está ni en el producto, ni en la tecnología, sino en dar con soluciones mejores que las actuales a cada cliente. Esto supone anticiparnos a sus necesidades, y solo se puede hacer hablando con el cliente. No tenemos un departamento que se dedique a la innovación, sino que intentamos estar a la última en las tecnologías, presentes en las ferias y cerca de los fabricantes más pioneros.

¿Crees que la formación crece al mismo ritmo que las necesidades del mercado?

Actualmente, hay el grado de energías y van apareciendo especializaciones y másteres para distintas tecnologías y a todos los niveles. Cada vez son más los estudios que se centran en el sector energético. Las empresas van creciendo, se van creando nuevos departamentos y cada vez se especializan más. Ya no existe el ingeniero que sirve para todo, hay que enfocar los perfiles a cada departamento concreto.

¿Es cada vez más difícil encontrar un profesional que se ajuste exactamente a las necesidades de la compañía?

Nosotros somos una empresa con trabajadores muy jóvenes. Esto permite que cada uno se enfoque a lo que más le gusta; a veces se mueven entre departamentos hasta que encuentran su sitio. Además, ya no existe la concepción clásica de terminar los estudios y empezar a trabajar, ahora siguen formándose, cosa que también les ayuda a ubicarse. Esto es un éxito, tanto para la compañía como para los empleados.

Así, ¿considera que la juventud es un valor añadido?

Sí, nosotros lo vemos así. Los jóvenes se adaptan muy rápido a la empresa y en nuestro caso han mejorado herramientas que antes usábamos de otra forma y han creado softwares que optimizan mucho el trabajo; automatizan procesos. Aportan cosas diferentes que los trabajadores más experimentados, pero también tienen otras exigencias con la empresa: la parte emocional tiene cada vez más peso, quieren sentirse parte de un proyecto interesante, que les guste de verdad. Te piden más libertad, pero están más comprometidos.

¿La presencia de trabajadores jóvenes ha aportado nuevas formas de comunicación interna?

Sí, se ha producido una integración tecnológica que agiliza mucho el trabajo. Lo hemos notado especialmente en el seguimiento de las obras; todo el proceso está digitalizado. Ahora el ingeniero puede visitar cada obra con cámaras y se comunica con el montador a través de WhatsApp. Puede resolver incidencias a distancia.

¿Han cambiado las jerarquías en los negocios?

Ya no existen jerarquías tan marcadas como antes. Nosotros trabajamos en grupos de trabajo, equipos de cuatro o cinco personas que gestionan temas muy concretos. Esto nos permite mezclar perfiles jóvenes con otros con más experiencia. Y tienen un líder, el jefe de departamento, que es muy autosuficiente. No existe un solo jefe con 50 trabajadores.

Y ante esta necesidad de libertad, ¿cómo se retiene el talento?

Con motivación. Es una suma de todo, del entorno en general: cómo es el equipo, qué trabajo hacen, que puedan compatibilizarlo con sus estudios, que se sientan acompañados. En nuestro caso, estamos creciendo tanto, que hay mucha exigencia de trabajo. Pero el ambiente es muy bueno y esto ayuda mucho. Se tiene que trabajar para armonizarlo todo, conseguir que el trabajador quiera quedarse porque aún tiene mucho que aportar. Y para eso, también hay que saber escuchar.

La entrevista completa se podrá leer en el informe “#2030: personas, talento & business en la empresa del futuro”.

Sí queréis saber más sobre nuestro informe #2030, podéis suscribiros al siguiente formulario para estar al día de nuestras actualizaciones:

RESPONSABLE TRIVIÈRE PARTNERS

DERECHOS Podrá obtener confirmación sobre si en la entidad estamos tratando datos personales que les conciernen, acceder, solicitar rectificación o supresión, además de reclamar ante la Agencia Española de Protección de Datos si considera que el tratamiento de datos no es acorde con la normativa de protección de datos. Cuando el tratamiento tenga su
base legal en el consentimiento, tendrá derecho a revocar dicho consentimiento en cualquier momento, sin que ello tenga carácter retroactivo.