IMMACULADA AMAT, PRESIDENTA DE AMAT IMMOBILIARIS: “El éxito de nuestra empresa es que siempre estamos innovando”

El sector inmobiliario fue uno de los más castigados por la crisis económica que empezó en 2008. El estallido de la burbuja inmobiliaria tuvo como principal repercusión la desaparición de muchas agencias, así como efectos en el mercado laboral. Para hacer frente a la situación, la presidenta de Amat Immobiliaris, Immaculada Amat, apostó por la innovación. Y lo hizo a través de un equipo marcado por la diversidad, tanto de edad como de género. La combinación de trabajadores más experimentados con otros jóvenes fue la clave para sobrevivir a los años más duros económicamente. También la introducción de hombres en una empresa que, hasta la llegada de la Ley de Paridad en 2008, había estado formada exclusivamente por mujeres.

El sector inmobiliario vivió una de sus crisis más salvajes entre 2008 y 2014, con el estallido de la burbuja inmobiliaria. ¿Se ha recuperado?

Hay mucha gente que piensa que no nos recuperaremos hasta que los precios sean los que teníamos en 2007, pero en realidad tienen que adaptarse a la economía y a la capacidad de los inquilinos, que alquilan los inmuebles, y a la de los que compran, que deben ahorrar y endeudarse. Pero, como los bancos ya no dan crédito con tanta facilidad, no hay mucho riesgo de caer en otra crisis del sector inmobiliario.

¿Cómo afectó esta recesión a las agencias inmobiliarias?

Desaparecieron muchísimas, sobre todo las que centraban todo el negocio en su faceta más comercial. Si tienes un abanico de servicios amplio sufres, pero tienes más recursos y posibilidades de sobrevivir.

Y el mercado laboral en el sector, ¿se ha recuperado?

Para mí ahora hay muchos elementos a tener en cuenta, ya que desde la crisis han proliferado algunas prácticas dudosas, que se han mantenido. Por ejemplo, los falsos autónomos, una práctica que daña mucho al sector. En este punto, soy muy crítica con las administraciones públicas y los sindicatos. Otro tema es la dificultad para encontrar a profesionales pese a que el paro sigue subiendo: hay que encontrar un equilibrio entre la oferta y la demanda de forma urgente. También creo que hay un problema con la gente joven: está preparada a nivel de estudios, pero a veces no están dispuestos a hacer el esfuerzo que requiere trabajar. Por otra parte, se llevan a cabo medidas desde nuestro punto de vista retrógradas, como tener que registrar las horas de trabajo de cada empleado. ¿Fichar no va en contra de la flexibilidad que queremos? La situación laboral es complicada a muchos niveles.

¿Qué profesionales cuesta más encontrar en Amat Immobiliaris? 

Cuesta en todos los ámbitos en los que trabajamos, pero especialmente los administradores de comunidades. Es un trabajo muy desagradecido, pero a la vez el perfil que más buscamos. También cuesta encontrar a comerciales, un trabajo duro, pero con momentos gratificantes, o administradores patrimoniales, que es de los más agradecidos. Y las condiciones que ofrecemos son buenas.   

¿Y por qué cuesta encontrar a profesionales? ¿Es un problema de formación?

No, solo exigimos una formación básica de la parte técnica o jurídica (aparejadores o abogados) y la formación específica la hacemos nosotros. No sé por qué hay este desajuste.  

Una vez se encuentra el perfil adecuado, ¿cómo se retiene el talento?

Con la motivación, que aquí es una de las funciones de los jefes de cada departamento. Y lo hacen con mucha transparencia por parte de la empresa, para hacer a los trabajadores partícipes de un proyecto común: les damos información sobre la propia compañía, datos económicos, por ejemplo. También hacemos muchas formaciones, que ayudan a mantener al equipo unido, organizamos actividades y dos reuniones generales de toda la empresa al año, con eventos interesantes: en junio invitamos a un astrónomo que comparaba la misión del Apolo X con cómo gestionar a los equipos.

¿Las condiciones laborales son también elementos motivadores?

Por supuesto. Nosotros fuimos una empresa de mujeres hasta el año 2008, cuando la Ley de Paridad nos obligó a introducir a hombres. Ahora somos un 80% mujeres y un 20% hombres. Esto supone que la conciliación siempre ha estado muy presente, tanto en el tema de la maternidad como en el de cuidar a familiares mayores. Cuando empezábamos éramos jóvenes y nos encontrábamos con la primera situación muy a menudo. Ahora, ya tenemos más edad y nos encontramos con este problema, porque no prescindimos de los trabajadores mayores.   

Aún así, el sector inmobiliario es más bien tradicional y conservador. ¿Es un sector digitalizado?

Los cambios cuestan en este sector. Todos entendemos que la digitalización debe hacerse, pero hacer los esfuerzos necesarios es otra cosa. Hay que saber planificarlo bien, analizar la situación y tener la capacidad de rectificar si te equivocas: se necesita disciplina y en este país somos poco disciplinados. Junto con otras tres empresas del sector, fuimos pioneros en el tema informático: fuimos los primeros en tenerlo todo automatizado.

¿Y esto supuso la pérdida de puestos de trabajo?

No, al revés. Te das cuenta en seguida de la cantidad de cosas que dejabas de hacer. Hay muchas cosas y, si solo estás haciendo números, no las haces. Por ejemplo, visitar los edificios de vez en cuando: de esta forma puedes programar el mantenimiento de las fincas, que es vital.

A nivel tecnológico, ¿qué otros cambios destacarías en Amat Immobiliaris?

Una de las últimas novedades que hemos introducido es el sistema de incidencias: los clientes las escriben y el mensaje automáticamente nos llega a nosotros, pero también al industrial que tiene asignada la comunidad y a la compañía de seguros. Es una forma de tenerlo todo muy controlado y un ejercicio de transparencia, ya que todo queda por escrito y se puede consultar en cualquier momento. Creemos que el éxito de nuestra empresa es que siempre estamos innovando.

La entrevista completa se podrá leer en el informe “#2030: personas, talento & business en la empresa del futuro”.

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