JACOB PASCUAL, DIRECTOR GENERAL DE UNIVERSAL ROBOTS EN EL SUR DE EUROPA, ORIENTE MEDIO, ÁFRICA Y REINO UNIDO “A corto plazo no va a ser rentable fabricar en Europa sin una producción automatizada”

El sector de la robótica y su implementación en los procesos productivos de las empresas se encuentra en un período de gran crecimiento. “A corto plazo no va a ser rentable fabricar en Europa sin una producción automatizada”, afirma Jacob Pascual, Director General de Universal Robots en el Sur de Europa, Oriente Medio, África y Reino Unido. Con la visión de “democratizar la robótica”, desde la empresa tecnológica creen que los robots colaborativos permitirán hacer llegar la automatización a un mayor número de compañías.

La industria tecnológica se encuentra en un período de innovación continua. ¿Cómo se gestiona el equilibrio entre crear un producto que pueda ser útil actualmente y que no se quede obsoleto a corto plazo?

De entrada, la robótica colaborativa es una tecnología bastante pionera, con lo cual ya nos situamos un poco por delante de la robótica convencional. En segundo lugar, a nivel global, Universal Robots cuenta con 770 empleados, de los cuales 200 trabajan en Investigación y Desarrollo (I+D), así que somos una empresa volcada en el progreso continuo. Finalmente, aunque el robot es Hardware, nos consideramos una compañía de software. Con el brazo robótico hemos creado una plataforma que vamos actualizando cada tres meses. Esto, garantiza que el producto pueda seguir evolucionando.  

El sector de la robótica vive un momento de gran crecimiento, Universal Robots es un ejemplo de ello. ¿En qué sectores está más instaurado su uso?

El sector de la automoción es el que tradicionalmente ha adoptado antes su uso. La mayoría de nuestros robots van destinados también a esta industria. Aun así, las características de nuestro producto, mucho más user-friendly, permiten acercar la robótica a empresas que antes no se lo hubieran planteado. Su facilidad de programación, ligereza y flexibilidad posibilitan su introducción a las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Se ha cambiado el paradigma.

Cuando se habla de la introducción de robots en los procesos de fabricación, muchos operarios expresan su inquietud a perder sus puestos de trabajo frente a esta tecnología. ¿Este miedo está fundamentado?

Creo que en todas las revoluciones industriales ha habido un desplazamiento de los trabajos. La que incluye a los robots supondrá que tareas que se hacían con operarios de forma manual, se remplacen con esta tecnología. A nivel local, puede producir este efecto, pero globalmente será, más que nada, un desplazamiento hacia otros sectores. Cuando se habla de si los robots quitan o crean puestos de trabajo, se debe tener en cuenta que los países con mayor densidad de robots por habitante del mundo, que son Corea del Sur, Alemania y Japón, no tienen prácticamente desempleo. Por tanto, no hay una relación directa entre la implementación de robots y la pérdida de empleo.

La apuesta de Universal Robots está en los cobots, los robots colaborativos, ¿en que se diferencian de los tradicionales?

La principal diferencia es que son muy fáciles de programar, lo que permite democratizar la robótica. No es necesario ser un especialista y con un curso básico puedes usar o programar el robot, incluso diseñar tus propias soluciones. Por otro lado, el término colaborativo significa que pueden trabajar junto a las personas, gracias a la incorporación de sensores que generan una parada de emergencia en caso de entrar en contacto con una persona u objeto. Con los robots tradicionales se buscaba automatizar totalmente la tarea. Es importante incidir en que se trata de una colaboración y no una sustitución. El trabajador puede dedicarse a tareas donde se necesite sus capacidades humanas, quedando liberado de las de poco valor añadido. Además, los cobots no necesitan la instalación de un vallado de seguridad, ocupando mucho menos espacio y reduciendo los costes significativamente.

¿Qué formación necesita un operario destinado a trabajar con robots colaborativos?

Con una formación técnica básica proveniente de estudios de Formación Profesional es más que suficiente para operar con nuestros robots. No es necesario escribir código. Tiene una pantalla con un entorno gráfico parecido al de un ordenador donde todo es muy intuitivo e incluso se puede programar el robot moviéndolo con la mano y marcando los puntos.

¿Realizáis una formación a los empleados que utilizarán estos cobots?

Tenemos lo que llamamos Universal Robots Academy, un módulo de formación online en nuestra página web, abierto a todo el mundo y, además, completamente gratuito. Se trata de un curso básico de iniciación en el uso de nuestros robots. Esto es revolucionario, ya que somos los únicos fabricantes de robots a ofrecer esta formación de forma gratuita y abierta. A parte de esto, en nuestras oficinas, repartidas por el mundo, ofrecemos cursos de aprendizaje, también en formato abierto.

¿Vuestra actividad formativa, además de explicar mejor el producto, se ve motivada por una falta de oferta por parte de los centros educativos en este aspecto?

En parte podríamos decir que sí, ya que la robótica crece a gran velocidad y es verdad que hay una carencia de operarios cualificados que sepan manejar esta tecnología. Pero, por otro lado, nosotros desarrollamos, a través de estas formaciones, nuestra posición de valor. Creemos que la tecnología debe ser abierta. Vemos a nuestro robot como una herramienta y no como una máquina. Por lo tanto, como tal, tiene que ser fácil de utilizar y abierta a todo el mundo. Esta es nuestra filosofía. Pensamos que, si formamos a los potenciales usuarios, nos beneficiará a largo plazo.

¿La robótica debería estar más presente en los programas educativos de enseñanza básica?

Por supuesto. Nosotros, por ejemplo, confiamos mucho en la Formación Profesional, ya que una cosa es estudiar una carrera tan compleja como Robótica en la Universidad con el objetivo de ser programador y otra muy distinta usar esta tecnología. Creo que las empresas en general y, sobre todo, la industria, necesitan técnicos con una formación básica que sepan trabajar correctamente con robots. De hecho, tenemos convenios de colaboración con escuelas de FP para fomentar su uso.

¿En vuestro caso, cuáles son los perfiles profesionales que buscáis más?

Si hablamos de Universal Robots España, como filial de nuestra sede en Dinamarca, no tenemos departamento de I+D y contamos básicamente con un equipo de ventas y otro de soporte técnico y formación. Así que lo que buscamos son, por un lado, ingenieros con conocimientos de robótica para la parte técnica y, por otro, personas con experiencia y habilidades comerciales.

¿Si nos situamos en un futuro cercano, la automatización podrá llegar a la gran mayoría de empresas? ¿Cuál será el siguiente paso?

Sí, yo creo que con la tecnología de la robótica colaborativa se ha dado el paso para acercar los robots a las Pymes. El siguiente movimiento, que es inevitable, tiene que ver con los robots que entran en la vida doméstica. Robots de servicio, de cuidado de ancianos… No está tan lejos.

Actualmente, sois una empresa centrada en los sectores industriales, ¿Os habéis planteado desarrollar robótica doméstica?

De hecho, estamos colaborando con diversos proyectos de investigación destinados a acercar la robótica al ambiente doméstico. Las características de nuestro robot, permitiéndole trabajar en un entorno compartido con las personas, hacen surgir ideas que no se habían podido plantear con los robots convencionales. En sectores como la cocina y la restauración se van introduciendo poco a poco. Por ejemplo, hemos colaborado con una pizzería totalmente automatizada, en la que tres de nuestros cobots cocinan una pizza de principio a fin. Antes no podíamos plantear este tipo de tareas. 

¿Qué consecuencias tendrá la automatización en las condiciones de trabajo, remuneración u oportunidades de los operarios?

Creo que hasta en un país como España, con una alta tasa de desempleo, a las empresas les cuesta encontrar profesionales que quieran trabajar en tareas monótonas, incluso, en algunos casos, peligrosas para la salud. Los robots cumplen con la función de hacer aquellos trabajos no aptos para las personas. Hacer piezas ocho horas al día, pasar producto de una cinta a una caja… Es más lógico que esto lo haga un brazo robótico. Estas tareas van a desaparecer para dejar paso a otras con más valor añadido. Se pasará de operario a programador.

¿La incorporación de robots a los procesos de fabricación contribuirá a retener mejor el talento?

¡Yo creo que sí! Gracias a ello se generarán puestos de mayor calidad.

¿Habrá empresas que no van a seguir este proceso de automatización?

Nuestra visión es democratizar la robótica y que esta sea accesible a todo el mundo. La realidad es otra y hay empresas que se van a quedar en el camino si no se apuntan al tren de la automatización. A corto plazo no va a ser rentable fabricar en Europa sin una producción automatizada.

¿Este proceso será más lento en otras partes del mundo?

Las motivaciones difieren en función de cada realidad. Hay un factor determinante: el nivel de los salarios. Como más alto sea, más propensas serán las compañías en invertir en automatización para reducir costes en la fabricación. Los Estados con mayor densidad de robots son países desarrollados y con un nivel de vida y coste salarial altos. Por otro lado, los territorios con bajos salarios suelen tener una fuerza laboral poco cualificada. En este caso, pese a contar con una mano de obra barata, automatizar sirve para mejorar la calidad y dar uniformidad a la producción, reflejándose al final en un ahorro de costes.

¿El siguiente paso es la inteligencia artificial aplicada a la automatización?

Sí, se está desarrollando. En un futuro próximo lo veremos

¿En diez años será ya una realidad?

¡Incluso antes! A día de hoy ya estamos colaborando con empresas que diseñan soluciones basadas en la inteligencia artificial.

¿La entrada de la inteligencia artificial va hacer menos accesible la tecnología?

Si hablamos de inteligencia artificial aplicada a nuestro entorno, si no es una tecnología de fácil uso no lo contemplamos, ya que iría en contra de la filosofía que tenemos como empresa de democratizar la tecnología.  

Al final, quedarán los mejores. Es una revolución. Las empresas que no quieran sumarse tendrán muchos problemas de reclutamiento y retención del talento.

La entrevista completa se podrá leer en el informe #2030: personas, talento & business en la empresa del futuro”.

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