JOSE ASCOZ, PLANT MANAGER DE SIDENOR EN POLINYÀ (BARCELONA): “El futuro está en el análisis de datos”
La industria pesada se encuentra en un momento de cambio y evolución ligado a la nueva realidad que debe afrontar el sector automovilístico, su principal cliente. Con la necesidad de abrir nuevos mercados y de optimizar los ya existentes cobra importancia el Big Data. “El futuro está en el análisis datos”, afirma Jose Ascoz, Plant Manager de SIDENOR en Polinyà (Barcelona). Desde la compañía de aceros especiales apuestan por ofrecer nuevas soluciones que ayuden a las empresas de automoción a superar los retos que les deparan las futuras legislaciones medioambientales.
En la web de SIDENOR vemos su interés por la sostenibilidad. ¿Cómo ha evolucionado el negocio en materia medioambiental?
Actualmente, nuestra producción se nutre al 100% de material reciclado. De hecho, ahora empezamos con un nuevo parque de acopio en Cataluña, que se suma a los de Sagunto (Valencia), Madrid y los del País Vasco. Además de en nuestras zonas, reciclamos chatarra de toda España, incluso compramos material a otros países. Fabricamos alrededor de un millón de toneladas de acero. Hacerlo con materiales reutilizados implica perder alrededor de un 20% de tonelaje cuando los fundimos.
¿Esta apuesta por la sostenibilidad es una nueva exigencia de la sociedad?
Nosotros empezamos en la década de los noventa. Por un lado, la minería del carbón cayó en los años 80 en España. En segundo lugar, en Europa, a diferencia de lo que ocurre en países como India, Brasil o China, se está limitando el uso de mineral hierro en la fabricación del acero. Por lo tanto, la única manera de producir será con material reciclado.
El objetivo prioritario en nuestra organización en la apuesta por la sostenibilidad es la captura y almacenamiento de carbono procedente de combustibles fósiles.
Tenemos un proyecto en marcha con la idea de mantener el método actual de producción del acero, pero el carbono resultante se debe capturar o reutilizar en lugar de emitirlo a la atmósfera. También hemos desarrollado un sistema de análisis de datos que nos permite calcular la huella emitida por producto. En este tema somos pioneros a nivel nacional.
El sector del automóvil tiene un gran peso en la producción de SIDENOR. ¿Cómo les afecta el momento de incertidumbre que vive la automoción?
En los últimos 10 años SIDENOR se ha reorganizado industrialmente para afrontar los nuevos retos del sector del automóvil. Por un lado, se han cerrado algunos centros productivos para optimizar al máximo el proceso y que entre todas las plantas nos complementemos. Por otro lado, dentro de la estrategia de la compañía hay una vocación de abrirse a nuevos mercados y sectores. Aunque estamos empezando, el automóvil aglutina el 85% de nuestro negocio y no podemos cambiarlo de la noche a la mañana.
¿Qué papel juega la investigación y desarrollo (I+D) en la adaptación a esta nueva realidad?
Además de desarrollar aceros para otros sectores, desde nuestro centro de I+D, en el País Vasco, estamos desarrollando y patentando aceros con microaleaciones y nuevos tratamientos térmicos con los que poder proponer cambios al sector del automóvil. Podemos ayudarles a reducir el peso de los vehículos, sin perder prestaciones, lo que implicaría menos emisiones. Además, hacemos un trabajo muy importante de recogida de datos que nos permite analizar que piezas van a tener más salida en el futuro. Hay una gran cantidad de piezas que se seguirán usando más allá de que motor monten, de combustión o eléctrico. Explotando estos datos podemos focalizar la producción en lo que podemos ser verdaderamente competitivos.
En Europa, la producción industrial está cada vez más automatizada. ¿Es así en SIDENOR?
Si hablamos de las acerías, las altas temperaturas del propio proceso y la seguridad de las personas, implica que sea una necesidad el automatizar al máximo los procesos en caliente.
En lo que respecta a las plantas con procesos en frío, caso de SIDENOR-Polinyà, debemos tener en cuenta que trabajamos con máquinas combinadas que requieren la intervención de personas. Hay mucha variabilidad de funciones y materias primas. Al no tener un sistema repetitivo, para nosotros es muy importante tener unas instalaciones de gran tamaño y con un layout muy claro en línea recta, donde la materia prima entra por un lado, el producto terminado sale por el otro y, en medio, tenemos un almacén completamente automatizado.
¿En diez años veremos una mayor automatización en el sector?
En lo que estamos trabajando ahora es en el control del proceso. Las máquinas que tenemos actualmente cambiarán poco mecánicamente. La diferencia, que ya empezamos a ver ahora, estará en la electrónica y la seguridad. La importancia está en la explotación de los datos, el Big Data. Con ello, podremos automatizar los puntos clave para reducir tiempo y mejorar la calidad.
En nuestro sector, no es fácil hacer cambios muy rápidos y el reto en 10 años será ser muy flexibles a la demanda oscilante. Los ciclos económicos van a ser más cortos y, unido a la estacionalidad, nos condicionará el control de las ratios de sostenibilidad económica que, sin duda alguna, será prioritario en cualquier organización productiva.
¿Cuáles son los perfiles profesionales más demandados actualmente en SIDENOR?
A nivel productivo, se buscan perfiles provenientes de FP mecánica. Por lo que respecta a cargos de más responsabilidad, el interés está en profesionales de ingeniería, preferentemente metalúrgica. El problema es que ambos perfiles son muy escasos en el mercado laboral. Hay que recordar que durante los años de crisis la contratación era muy selectiva y escasa. Podemos tener una amenaza en el relevo generacional si no reaccionamos rápido en la búsqueda de talento joven. Además, cada vez tenemos menos competencia sectorial en nuestra zona, con lo que es difícil que los trabajadores obtengan experiencia en otro sitio.
¿La escasez de estos perfiles les ha hecho evolucionar hacia otro tipo de profesionales?
En cargos de responsabilidad estamos evolucionando para incorporar perfiles distintos. En primer lugar, estamos introduciendo profesionales provenientes de Administración y Dirección de Empresas (ADE) para puestos de estrategia y control financiero. En segundo lugar, para áreas más técnicas hemos empezado a contratar ingenieros, no necesariamente metalúrgicos, y matemáticos. Todos ellos, muy enfocados al análisis de datos. Finalmente, en los puestos de producción lo que nos está funcionando muy bien es la FP Dual.
¿Los estudios concuerdan con las necesidades de las empresas?
Creo que la FP Dual se debería potenciar más desde el Ministerio de Educación. Es necesario regular bien este tipo de formación, agilizarla y, sobre todo, promocionarla para que los jóvenes vean que hay futuro más allá del sector de los servicios. Es importante explicar que la industria también tiene futuro.
La diversidad de la plantilla es un factor determinante. ¿Lo es en SIDENOR?
Para empezar, es importante remarcar que la industria pesada, tradicionalmente, ha contado con más hombres que mujeres. Aunque en oficinas sí que había presencia de mujeres, no era así en producción. De hecho, tenemos un plan de igualdad para revertir esta situación. Nuestra planta en Vitoria ha sido pionera al incorporar mujeres en el proceso propiamente productivo. ¡Éramos un sector tan masculinizado que ni siquiera teníamos vestidores para las trabajadoras! Después, respecto a las distintas generaciones que tenemos en la empresa, la falta de contratación durante los años de crisis y la inexistencia del un relevo generacional ha provocado que nos concentremos en una franja de edad de entre 30 y 50 años.
Otro aspecto en la diversidad de nuestra plantilla es la presencia de personas de distintas nacionalidades. Nuestro proceso ofrece muchas posibilidades de crecer como profesionales sin que el país de origen sea un condicionante. Creemos que las personas comprometidas y motivadas, acaban funcionando en una organización donde el trabajo en equipo es la base de nuestro éxito.
¿Qué cambios habéis realizado respecto a la organización de las personas en los últimos años?
El proyecto en el que estamos inmersos ahora es el de reducción jerárquica. Anteriormente teníamos demasiados mandos intermedios, ante la ausencia de automatización, para la toma de decisiones, que al final era lenta en su respuesta. La digitalización nos ha proporcionado una gran ayuda. En la línea de producción el ordenador es prácticamente el encargado, quien está en comunicación directa con el operario y los responsables de departamentos productivos (producción, calidad, mantenimiento y logística), además todo ello en tiempo real.
En el futuro, ¿la relación empleado trabajador pasa por reducir distancias?
Exacto, ya lo hemos empezado a aplicar y funciona. Además, al no haber un relevo generacional claro, las tareas se deben simplificar y estandarizar. Antes, teníamos trabajadores que realizaban tareas, prácticamente, de artesanía, eran irremplazables. Nuestra idea es que un empleado pueda aprender a hacer una nueva tarea en un mes y tenga más autonomía. Un cambio muy importante respecto el pasado donde una persona desempeñaba una mismas tareas toda la vida, ahora no dejamos que pase eso. Realizamos mucha rotación de funciones.
Para conseguir estos objetivos, la formación interna es clave. ¿Qué tipo de formaciones realizáis?
Lo que priorizamos en primer lugar es la seguridad, no sólo en formación, ya que también invertimos mucho en ella. No hay que olvidar que trabajamos con material muy pesado, lo que puede ser un agravante en caso de accidente. Además, para poder mejorar la calidad de nuestros productos también dedicamos mucho tiempo a nuevas técnicas y tecnologías que van surgiendo en los procesos de fabricación.
¿Qué importancia tendrá la formación continua en los empleados del futuro?
Nuestra gente está continuamente formándose. La formación continua es y será clave para todos los trabajadores. En nuestro caso, cada plan de formación va siendo más intenso en horas y personas. Extendemos la formación a toda la empresa. Educarse continuamente nos permite tener empleados más polivalentes. Es básico destinar cada vez más recursos en ella. Otras culturas lo llevan haciendo desde hace décadas y sus resultados son claros. Quizás deberíamos empezar a fijarnos en lo que se está haciendo en los países asiáticos donde son capaces de introducir desde muy pequeños, la programación y formación matemática como base del conocimiento.
La base de nuestra civilización y elemento diferenciador con otras especies, ha sido la cooperación humana. Pensemos que el futuro demandará cooperación hombre-máquina y sin una formación desde edades tempranas, nuestra posibilidad de competir como sociedad con otras sociedades, será en clara desventaja.
La entrevista completa se podrá leer en el informe “#2030: personas, talento & business en la empresa del futuro”.
Sí queréis saber más sobre nuestro informe #2030, podéis suscribiros al siguiente formulario para estar al día de nuestras actualizaciones:
RESPONSABLE TRIVIÈRE PARTNERS
DERECHOS Podrá obtener confirmación sobre si en la entidad estamos tratando datos personales que les conciernen, acceder, solicitar rectificación o supresión, además de reclamar ante la Agencia Española de Protección de Datos si considera que el tratamiento de datos no es acorde con la normativa de protección de datos. Cuando el tratamiento tenga su
base legal en el consentimiento, tendrá derecho a revocar dicho consentimiento en cualquier momento, sin que ello tenga carácter retroactivo.