SARA VIDAL, DIRECTORA DE GESTIÓN Y DESARROLLO DE PERSONAS EN LA FAGEDA: “Las nuevas generaciones llegan mucho más concienciadas en valores sociales y medioambientales”

La Fageda es una empresa que apuesta claramente por un modelo distinto de economía, basada en “ser un sólido proyecto social y empresarial”. Sara Vidal, Directora de Gestión y Desarrollo de Personas en La Fageda, cree que “las nuevas generaciones llegan mucho más concienciadas en temas medioambientales, sociales o de igualdad”, con lo que el futuro debería seguir esta dirección socialmente responsable.

En la web de la compañía podemos leer que su visión es “ser un sólido proyecto social y empresarial”. Desde su creación a principios de los años ochenta, podemos decir que ya es un proyecto consolidado. ¿Cuál es la clave del éxito de La Fageda?

Supongo que hay muchas, pero, sobre todo, la figura de Cristóbal Colon, fundador e ideólogo de La Fageda. Se focalizó en la idea de que todas las personas, tengan la capacidad que tengan, pueden aportar algo a la sociedad. Esto y trabajar sin descanso han sido las claves del éxito del proyecto. La Fageda no es simplemente un trabajo, es una manera de entender la vida.

El proyecto de La Fageda está fundamentado en unos valores muy claros, no solamente en relación con las personas, también a nivel medioambiental. ¿Ser una empresa con valores se ha convertido en una nueva exigencia de la sociedad?

Tener valores es una exigencia de la sociedad, pero no se debe plantear como tal. Es algo que debe salir de ti, ya que todos formamos parte de esta sociedad. Preguntarse que valores nos definen es importante y absolutamente necesario. Aun así, es algo que viene casi definido por el entorno y la cultura de empresa.  

Hace unos años, el aspecto social del proyecto no era tan conocido para el público general. A raíz de un reportaje en televisión en 2012 ganó visibilidad. ¿Es importante comunicarlo?

La Fageda es un proyecto social fundamentado sobre una realidad empresarial muy potente. Ofrecemos productos de gran calidad independientemente de quien los fabrique. Nunca hemos ido a vender nuestros productos porque los producen personas con unas capacidades concretas. Aun así, es importante comunicar este proyecto porque puede servir de ejemplo para mostrar que otra ideología empresarial, más ética y socialmente responsable, no solamente es posible, sino que existe y, además es viable y rentable.

Dentro de los valores de La Fageda está “La persona como eje”. Partiendo de esta premisa, ¿Qué cambios tecnológicos habéis introducido en los últimos años que hayan modificado las dinámicas laborales?

Nuestra forma de trabajar consiste en asegurar un lugar de trabajo, dentro del colectivo con el que trabajamos, en el que las personas puedan desarrollar al máximo sus capacidades. Si es necesario, modificamos un puesto para que se adecue mejor a la persona. En este sentido, en los últimos cuatro años hemos invertido mucho en hacer el trabajo más seguro y, sobre todo, más saludable desde el punto de vista ergonómico. Al mismo tiempo, hemos ganando en eficiencia. El objetivo es crear posiciones laborales con valor. 

¿Cuáles son los perfiles profesionales más demandados en La Fageda?

Por un lado, tenemos las residencias, el servicio de soporte al hogar y el de terapia ocupacional. Aquí necesitamos profesionales muy orientados a la asistencia directa, como educadores sociales o integradores. A nivel empresarial, tenemos la fábrica de yogures, mermeladas, helados y la sección de jardineria, donde necesitamos desde ingenieros a  técnicos, administrativos, comerciales y  auxiliares… Todas las personas dedicadas a las diferentes áreas de gestión estamos ubicados en un espacio común y abierto que favorece el trabajo en equipo. En el centro de este espacio se encuentran los profesionales técnicos del área sociolaboral: psicólogas, trabajadoras sociales, educadores para poder atender y dar el soporte y acompañamiento necesarios a los trabajadores con necesidades especiales en su puesto de trabajo.

¿Tenéis dificultades para encontrar algún perfil concreto en el mercado laboral?

Encontrar personas con talento es muy complicado. Nuestra localización, aunque sea un entorno privilegiado, nos dificulta un poco más la búsqueda, tanto del área técnica como en la social.

¿Qué valoráis más allá de los conocimientos técnicos en una nueva incorporación?

Un indicador muy importante para nosotros es tener la capacidad de poner “el foco” en los demás. Es decir, los seres humanos tenemos tendencia a movernos por ego. La mayoría de personas que forman parte de nuestro Proyecto, están en él porque han encontrado un sentido en el trabajo que hacen por los demás y por el bien común. No hace mucho oía comentar a un compañero del departamento comercial que lo explicó de manera muy gráfica: “yo no vendo yogures, intento ganar dinero para dar respuesta a un problema social”

¿Las personas con necesidades especiales con las que trabajáis siguen el mismo proceso de selección que los demás empleados?

La Fageda tiene dos vías de entrada. Por un lado, la ordinaria, donde tenemos unas necesidades técnicas concretas y buscamos profesionales con el perfil necesario para desarrollar la tarea. El proceso de selección es parecido al que pueda hacer cualquier empresa. Siempre que sea posible apostamos por la promoción interna. Por otro lado, cuando hablamos de las personas con necesidades especiales, el proceso de entrada es distinto. Acuden bajo demanda de los servicios sociales y de salud mental de la comarca o de su propia familia, y contactan directamente con el equipo técnico del área socio-laboral. Éste realiza una valoración completa y si consideran que un puesto de trabajo puede ayudar a la persona a desarrollarse, se incorpora al Proyecto y en el lugar que mejor se adapta a sus capacidades.

La diversidad de la plantilla es un factor importante en toda empresa. ¿Cómo es en La Fageda?

Además del colectivo de trabajadores del Centro Especial de Empleo (personas con certificado de discapacidad por enfermedad mental y discapacidad intelectual) con el que trabajamos, hace seis meses creamos la empresa de inserción El Faig de la Fageda para personas con riesgo de exclusión social. Esto ha provocado que convivamos gente de procedencias y realidades muy distintas. En los demás aspectos que definen la diversidad de una empresa, respetamos la paridad entre hombres y mujeres, nuestra media de edad se sitúa en los 41 años.

En los últimos años ha aumentado mucho la rotación en las empresas, ¿También en La Fageda?

En los últimos años se han incorporado un número importante de profesionales para poder encarar los retos del futuro, este hecho sumado a que no ha habido prácticamente bajas, nos lleva a una rotación negativa o muy baja. Las personas que forman parte de La Fageda quieren estar aquí por muchos más motivos que simplemente el salario y, en nuestro caso, destaca el gran compromiso que los trabajadores tenemos con el Proyecto.

En un futuro cercano, ¿La relación empresa-empleado será distinta?

Nuestro funcionamiento requiere que todas las áreas estén muy interrelacionadas. Para nosotros son muy importantes los espacios de coordinación. Por lo tanto, si realizamos cambios, será con la voluntad de evolucionar para mejorar. Buscaremos incrementar los canales de comunicación  internos y el trabajo en equipo. Teniendo en cuenta que ya somos más de 300 empleados y contamos con distintos centros, la digitalización será un aspecto clave para mejorar en este ámbito.

¿Tenéis previsión de seguir incrementando la plantilla en los próximos años?

Nuestro crecimiento viene determinado por la necesidad de desarrollar otras actividades que den respuesta a problemáticas sociales. Crecer a nivel mercantil no tiene sentido para nosotros si no es para dar respuesta a un problema social. Sin esta visión y enfoque social, La Fageda perdería su sentido. 

¿Los estudios superiores se adecúan a las necesidades de las empresas?

Creo que los jóvenes actuales salen muy preparados a nivel teórico. En el ámbito práctico o vivencial, pienso que todavía les queda mucho por recorrer. Aunque lo acabarán adquiriendo, veo el entorno docente muy alejado del empresarial.

¿En el futuro habrá más relación entre el mundo formativo y empresarial?

¡Debería! De hecho, con la Formación Dual ya se ha ganado mucho, aunque las empresas deberían conocerla más y tener más facilidades para aplicarla.

Por otro lado, y conscientes de la necesidad de atender las demandas laborales de nuestro territorio, resolviendo a la vez la problemática social de jóvenes que son expulsados del sistema educativo convencional, en La Fageda estamos trabajando en impulsar un ambicioso proyecto de formación profesionalizadora.

¿Qué importancia tiene la formación interna?

Muchísima. Es clave. Para nosotros es también la herramienta para trasladar los Valores, Principios y, en definitiva, la Cultura de la Organización. En Fageda realizamos mucha formación interna. En nuestro plan anual tenemos, por un lado, todo un bloque dedicado a temas técnicos y legislativos y, por otro, un apartado de desarrollo personal. Dentro de esta segunda temática, nos centramos en las bases ideológicas, valores y principios del Proyecto, focalizándonos en el equipo y en trabajar por objetivos comunes. Lo importante son las personas y por tanto deben tener la oportunidad de desarrollarse tanto profesional como personalmente. 

¿En el futuro serán más importantes las habilidades personales que las estrictamente académicas?

Creo que si una persona se esfuerza y tiene el entorno adecuado puede aprender todos aquellos aspectos técnicos que se proponga. En cambio, hay una serie de principios y valores que van en la esencia de cada uno. Estos te los enseñan personas especiales, libros, vivencias… No lo hará ninguna universidad.

¿No tendríamos que estar tan obsesionados con los títulos?

Esto siempre ayuda y el saber no ocupa lugar. Uno debe estar formándose toda la vida. Aun así, a una persona no se la reconocerá por los muchos títulos de su currículum, se la reconocerá por actuar en coherencia con sus valores y principios.

¿El futuro nos depara más empresas con un modelo como el de La Fageda o habrá más oportunidades en compañías “ordinarias”?

Tengo mucha fe en los jóvenes. Las nuevas generaciones llegan mucho más concienciadas en temas medioambientales, sociales y de igualdad. Es importante comunicar que el modelo de La Fageda es rentable, aunque no somos el único ejemplo que hay, encontramos muchas empresas como nosotros. Esto quiere decir que otra manera de entender el trabajo, la sociedad y la economía es posible porque hay pruebas de ello. Espero y deseo que en un futuro cercano la sociedad se encamine hacia este tipo de modelos más justos y más sostenibles.

La entrevista completa se podrá leer en el informe #2030: personas, talento & business en la empresa del futuro”.

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