¿Los recursos humanos forman parte de la estrategia de la empresa?
Entendemos la estrategia empresarial como la manera en la que una organización define deliberadamente su plan de acción, con el objetivo de crear valor y mantener ventajas competitivas respecto al resto de compañías.
Así, cuando hablamos de estrategia, no solo nos referimos a qué objetivos se pretenden conseguir, ni a cómo conseguirlos, sino sobre todo al por qué. Y aquí, tal y como dice Simon Sinek en su teoría del “Círculo de oro”, está la clave del éxito: “Da igual el tamaño de la organización, da lo mismo el sector, no importa el producto o servicio, que, si todos asumimos alguna responsabilidad en empezar con el por qué y motivamos a los demás a que hagan lo mismo, entonces, entre todos, podemos cambiar las cosas”.
Tal y como afirman la mayoría de los CEO’s, las personas somos lo más importante de la empresa, puesto que podemos hacer triunfar o fracasar la estrategia. De nada sirve la mejor estrategia si está ejecutada por las personas menos adecuadas. Como dice Peter Drucker, “la cultura se come a la estrategia”.
Así pues, dándole la máxima importancia al concepto de estrategia, debemos tener presente que el éxito de ésta no se encuentra en sí misma, sino en la cultura organizacional asociada y en las personas que la llevarán a término.
Y no podemos hablar de “Cultura organizacional” sin hablar de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), formando parte de un binomio inseparable dentro de la organización. La RSC es una forma de actuación que adoptan las empresas para ser más responsables en relación al impacto que tiene su actividad, no solo con el entorno que les rodea, sino también con las personas que componen la empresa.
Y si hablamos de responsabilidad para con las personas de la organización, la cultura empresarial debería hacer hincapié en el concepto de Responsabilidad Social de Género (RSG), ya que si las personas somos lo más importante de la empresa, merecemos una cultura empresarial basada en la igualdad, capaz de derrocar estereotipos de género.
Sin lugar a dudas, la vía para mejorar la estrategia empresarial reside en las personas (y ya puestos dejar de hablar de Recursos Humanos, visión reduccionista), principales protagonistas en el desarrollo de negocio, más allá de los procesos, sistemas y herramientas.
Así pues, la idea de un Departamento de Recursos Humanos tradicional, un departamento administrativo, reactivo, táctico u operacional, queda relevada por un Departamento de Personas que ejerce un papel estratégico y proactivo en la Organización.
Su misión principal es aportar valor a la organización, incrementando su rentabilidad y beneficios, hablando de negocio y gestionando el talento (atrayendo, detectando, potenciando y fidelizando a los mejores profesionales).
Y si el departamento de Personas cumple dicha misión, si creamos valor, si creemos que lo más importante son las personas, y que son una de las ventajas competitivas de cualquier organización: ¿no es un departamento estratégico? Por supuesto que sí.
Alexandra Blanco.