Por qué un cliente es como un suegro 2
Gracias a la primera parte de este post, conocimos las similitudes entre clientes y suegros(as). Pues bien, ahora es el turno de entender cómo estas semejanzas pueden ayudarnos a tener mejores relaciones con clientes (y de paso con la familia política):
El secreto consiste en tratar de agradar y conquistar a un cliente como lo harías con los progenitores de tu pareja
- Roma no se conquistó en una hora si eres paciente el tiempo juega a tu favor. Demuestra cariño, respeto y atención por aquello que os une, ya sean servicios o personas.
- Agarra tanta confianza como te otorguen, si es posible algo menos y desde luego NUNCA más. Permanece vigilante a este respecto, en ocasiones determinadas muestras de confianza, son pruebas de futuras conductas inconvenientes, especialmente en los primeros momentos.
- Cuenta con la existencia de los recuerdos de homólogos previos y muéstrate como una persona de referencia y de confianza. Has de demostrar que no hay nadie mejor que tú: sé formal, atento, cordial y solícito.
- Si surge cualquier dificultad actúa velozmente en su solución, maximiza la atención y transparencia sobre el proceso.
- Hazles saber que jugáis en el mismo equipo y que tenéis los mismos objetivos finales. Hazle saber que estás de su parte, como un facilitador de su voluntad y sé comprensivo cuando no puedas darle gusto.
La empatía es tu baza más importante: métete en la cabeza de tu cliente-suegro.
Por ello, evita con tu cliente todo lo que evitarías con tu suegro/a (especialmente en los inicios de vuestra relación):
- Evita dar más información de la que debes sobre los procesos internos. Sé discreto, tanto con la información que das como con la que pides. Pedir y/o dar más información de la debida, puede se utilizado en tu contra.
- No ocultes los errores importantes: dáselos a conocer temprano y preferiblemente junto con la solución a los mismos.
- Tu suegro-cliente no tiene que ser tu amigo, basta con tener una buena relación. No todos los clientes-suegros (as) son iguales, en ocasiones la escasez de interacciones juega más a tu favor que un exceso en de las mismas.
El cliente-suegro desea esencialmente que todo vaya bien, que exista transparencia y buen hacer.
Esta relación de semejanzas es sólo una analogía del día a día que nos sirve para comprender de otra manera las relaciones entre cliente y proveedor. Para comprenderlas, trabajarlas correcta y sistemáticamente resulta imprescindible disponer de un entrenamiento en habilidades y conocimientos al respecto. En Trivière Partners somos expertos en diseño desarrollo e implantación de procesos de calidad en la atención al cliente y ayudamos a muchos de nuestros partners a mejorar el día a día su imagen frente a sus clientes.
Descubre más sobre la relación cliente-suegro en la primera parte de este post. Además, te recomendamos aprender más sobre por qué son buenas las broncas de los clientes.
Por: Alejandro González