Renovarse or die
¿Sabías que la Fundación ha dejado de llamarse “Tripartita”?
Rápido, actualiza tus modelos, plantillas y documentación, ¡El tirabuzón amarillo ha quedado obsoleto!
Los que trabajamos con formación en empresas empezamos a acostumbrarnos a los cambios que la Fundación (ahora) Estatal para la formación en el Empleo viene realizando en los últimos 12 meses.
David Bowie ya vaticinaba en los setenta, en su canción Changes, que “Time may change me, But I can’t trace time” y parece que la Fundación (antes) Tripartita no está dispuesta a quedarse haciendo cola en el siglo XXI.
Lo que antes conocíamos como Tripartita, muchos lo han asociado al negocio fácil de unos pocos. Atrás quedan épocas de cursos con jamones, de bonificaciones desproporcionadas, de ventas de cursos gratuitos con regalos incluidos y de facturas engordando un pato a la naranja.
La Fundación Estatal para la Formación en el Empleo empezó en 2015 un proceso largo, costoso y de proyecto de largo plazo de cambio de la Fundación: encaminar la formación profesional, depurar la formación en empresa, aumentar la formación de certificados de profesionalidad, mejorar las condiciones de acceso a los que se encuentran en situación de desempleo… Dignificar la formación, en resumen y en definitiva.
Adelante nos espera una época donde demostrar que nuestro trabajo es, ha sido y sigue siendo la calidad, el desempeño profesional y la progresión del alumno. Donde la máxima preocupación son las competencias y el talento. Demostremos que el negocio no es la factura de formación, sino el ROI de nuestro aprendizaje.
Tenemos que asumir que los tiempos de “la tripartita” quedan atrás, para dar camino digno a que nuestros trabajadores se formen en calidad, y para ello hay que aceptar las modificaciones que día a día la Fundación Estatal vaya realizando (el sistema de bonificación, los tres sistemas diferentes de realizar formación en empresa, los centros acreditados, las actualizaciones de logos…) para no quedarnos haciendo cola, pues el que quiera quedarse en el camino de la tripartita estará decidiendo su propia fecha de caducidad.
Por: Adriana Roselló